Dependencia emocional y codependencia: ¿Amor patológico?

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es la excesiva necesidad afectiva que siente un individuo hacia otro, a su vez, esta enfermedad también es conocida como la adicción hacia otra persona, y generalmente se presenta en las relaciones de pareja. Otros expertos sugieren que se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por la búsqueda continua de seguridad en factores externos sin considerar si quiera el criterio propio y las capacidades individuales. la dependencia emocional es uno de los problemas con mayor demanda en los consultorios psicológicos.

Por otra parte, algunos profesionales lo comparan con la dependencia por las bebidas alcohólicas, sin embargo, el sexo masculino pocas veces lo exterioriza por vergüenza. Cabe señalar que este no es un problema que afecta exclusivamente a las parejas, también puede observarse esta dependencia en las relaciones familiares, por ejemplo, la de los hijos con los padres. Lo cierto es que este problema conlleva a que el individuo renuncie a su libertad y emprenda el tortuoso camino de vivir para una persona que le maltrata. 

dependencia y codependencia emocional

Los dependientes emocionales colocan su relación por encima de otras prioridades e inclusive, por encima de ellos mismos, podríamos definirla como una especie de idealización o idolatría. Una característica curiosa de las personas que sufren este problema es que generalmente buscan parejas o una compañía dominante, con actitudes egoístas, llegando a ser en ocasiones posesivas o desconsideradas. Así, el dependiente, a pesar de estar consciente del maltrato que recibe, se disculpa hasta por errores que no ha cometido en la búsqueda de reconciliarse con su pareja y de recibir afecto.

Es importante decir que una persona dependiente desarrolla serios problemas de ansiedad, depresión y desprecio por ellos mismos al observar que esa persona más que amarla, solo le hace daño y le maltrata, y aunque las personas cercanas traten de orientarle y ayudarle a salir de esa relación patológica, el enfermo se resiste y estará dispuesto a dejar atrás su vida social y al resto de los individuos que se preocupan por él, por tanto, un dependiente jamás podrá llegar a ser feliz.

Es pertinente aclarar que toda persona es individual aunque tenga una naturaleza relacional, es decir, para alcanzar la felicidad y sentirse conforme con uno mismo debemos reconciliarnos con nuestro propio ser, atesorar los instantes de soledad y apreciar los momentos que se comparten con nuestros familiares y amigos. En conclusión, para hallar equilibrio en una relación con otra persona, primero se debe reforzar la propia autonomía y esto puede lograrse con la terapia emocional.

A medida que el maltrato va en aumento, el dependiente se hace más sumiso y la relación se va convirtiendo en un entorno tóxico que al final se termina quebrando. El dependiente frente a esta situación intentará volver una y otra vez con su pareja, incrementándose los niveles de desprecio y  reduciéndose la autoestima de la persona que sufre de codependencia emocional. De este modo, surge a su vez una de las consecuencias más características, la ruptura con amigos o familiares al tratar de persistir en esta situación.

Tanto la dependencia emocional como la dependencia psicológica son síntomas frecuentes del trastorno de la personalidad, principalmente en los siguientes: trastorno de la personalidad evitativo (personas renuentes al abandono), trastorno de la personalidad histriónico (en búsqueda constante de la aprobación de terceros), trastorno límite de la personalidad (aquellos que mantienen relaciones interpersonales como fuente de apoyo), y trastorno de la personalidad depresiva (se caracterizan por anticipar el abandono).

Algunos síntomas puntuales serían:

  • Pánico a estar solo
  • Autoestima baja
  • Inseguridad
  • Insatisfacción personal
  • Vida sexual cohibida o reprimida
  • Conductas de sumisión
  • Considerar normal el maltrato
  • Necesidad excesiva por la pareja
  • Negación de la realidad
  • Trastornos alimenticios
  • Complejos físicos que afectan la autoestima.
  • Sensación de culpa

Otras características comunes de este trastorno son:

-El deseo constante de estar en contacto con esa persona, y por consecuencia, la prohibición de mantener espacios privados o individuales. Cuando no es posible estar juntos agobian a través de llamadas, mensajes o correos electrónicos, es decir, la presencia a veces no es exclusivamente física, sino más bien se busca la participación en los intereses de esa persona, establecer lazos con familiares y amistades de modo que jamás se pierda el vínculo.

-La idealización, es decir, magnificar las cualidades de la pareja sin conservar un mínimo grado de objetividad, en estos casos, cuando la dependencia psicológica y emocional es crónica, el enfermo verá a la persona amada como algo parecido a un Dios y esto creará escenarios llamados: relaciones dependientes.

-El miedo al abandono, la aversión de pensar en la posibilidad de terminar la relación y hallarse sin su pareja aunque la misma sea extremadamente tóxica. Este tipo de personas no quieren estar solas porque la idea les provoca malestar y ansiedad.

-El dependiente suele ser una persona con una autoestima muy baja por tener un concepto exageradamente pobre de sí mismo, en este sentido, una característica típica es la sumisión como consecuencia de la priorización e idealización de la pareja al sentirse inferior a ella.

-Son personas celosas y posesivas y tienen una idea de exclusividad insatisfecha porque la otra persona no le corresponde de la misma manera enfermiza, esto podría llegar a convertirse en una situación realmente frustrante para aquellos que padecen este trastorno.

-Sienten la necesidad excesiva de agradarle al resto, de recibir aprobaciones de terceros, especialmente de la pareja. El concepto de sí mismos y el amor propio dependerá siempre de lo que esa persona diga o piense.

-Y cuando las relaciones dependientes se rompen, nace algo llamado síndrome de abstinencia, que podría definirse como un golpe fuerte de ansiedad, falta de concentración y mucha tristeza, así, el dependiente tendrá la convicción de querer recuperar la relación pase lo que pase.

Causas de la dependencia emocional

Es indispensable que el paciente conozca cómo se origina la codependencia emocional para que pueda  comprender mejorar la naturaleza del problema, y de este modo, encontrar soluciones al respecto o pistas que le ayuden a recuperarse. La mayoría de estas causas aparecen durante el crecimiento del individuo, es decir, su infancia.

-Problemas familiares: padres con adicción al alcohol o a las drogas. Aislamiento emocional, Crecimiento en un ambiente familiar hostil, frío o distante.

-Carencias afectivas: cuando el niño se forma sin recibir afecto o amor por parte de sus padres, familiares y personas cercanas, es posible que más adelante exprese esa falta de afecto de una forma excesiva, de igual modo, esto podría dar paso a la dependencia emocional y la dependencia psicológica.

-Madurez prematura: cuando el niño comienza a asumir conductas de adulto dejando atrás el período de infancia donde precisamente él es quien debe sentirse protegido.

-Manipulación emocional en la infancia: a los niños se les enseña que si cumplen con sus deberes y cubren las expectativas de aquellas personas que le rodean, serán recompensados con amor, sin embargo, esto no es del todo conveniente para el ser humano debido a que de alguna manera coarta su independencia emocional y comienza a satisfacer a las demás personas para asegurar el afecto.

-Falta de autoestima durante la niñez: situación que conlleva a la ausencia de confianza en sí mismo cuando el niño se convierte en una persona adulta. Esto desembocará en la necesidad de aprobación y de la presencia de los padres o de una futura pareja. 

-Víctima de maltrato o abuso: esto generando un vacío afectivo inmenso que motiva la necesidad de encontrar afecto en alguien que pueda cubrir esa carencia.

-Confusión de términos: los dependientes comienzan a relacionar el amor con la obsesión y admiración hacia otras personas en lugar de establecer un intercambio de afecto recíproco.

Es preciso mencionar que el terapeuta es el encargado de detectar las causas que originan esta patología, y para ello existen las siguientes técnicas:

-Preguntas de poder: en el caso de la codependencia emocional, el terapeuta deberá redactar una serie de preguntas que abarquen los posibles escenarios donde se encuentren las causas de esta enfermedad. Las primeras interrogantes deben cubrir el ámbito familiar, algunas podrían ser: ¿Qué clase de relación tuviste con tus padres durante tu niñez? ¿Qué recuerdas sobre tu infancia? ¿Alguna persona marcó tu infancia por alguna razón específica?

Luego el profesional deberá ahondar en su vida social y laboral, algunas recomendaciones: ¿Tienes buena relación con tus compañeros en el trabajo? ¿Cuál es tu posición en tu familia? ¿Cuánto tiempo  compartes con tus amigos durante la semana?

Posteriormente, el terapeuta se extenderá un poco más en la relación amorosa del individuo, algunas de las preguntas que no pueden faltar son: ¿Cómo es tu relación de pareja? ¿Por qué sientes que esa persona te necesita? ¿Necesitas que te necesiten? ¿Cuándo tu pareja no te respeta lo dejas pasar por alto? ¿Por qué crees que haces eso? ¿Sientes seguridad en ti mismo? ¿Qué buscas en una relación?  ¿Cómo crees que debería ser una relación amorosa sana? ¿Crees que no puedes vivir sin esa persona? ¿Qué hacías antes de conocerle?

Finalmente, tendrán lugar preguntas relacionadas con la autoestima y la felicidad, posibles recomendaciones a la hora de interrogar: ¿Cuáles son tus virtudes y cualidades? ¿Crees que eres bueno en algo? ¿Sientes que mereces amor e incondicionalidad? ¿Te sientes amado en este momento? ¿En qué consiste la felicidad? ¿Crees que la felicidad implica emociones extremas?

-Hipnosis: tiene la finalidad de contactar al paciente con su yo interior, con esa faceta inconsciente que está ahí, que sabe todo de él y que quiere a ayudar a entender el problema para poder avanzar hacia una solución. Esta técnica consiste en colocar al paciente en una relajación profunda y luego comenzar a hacerle preguntas para detectar algún conflicto.

-Constelaciones familiares: se trata de una psicoterapia sistémica familiar originada en la década de los 80. Su principal objetivo es descubrir los conflictos heredados por familiares causados por traumas vividos en la misma familia.

Test de Codependencia Emocional

En primer lugar, debemos decir que un ‘test’ es uno de los instrumentos más utilizados por los profesionales en el área de la psicología y su objetivo es sondear o medir un aspecto concreto en una persona (rasgos de su personalidad). En teoría, esta herramienta es aplicada para conocer miedos, traumas, conflictos y distintos aspectos íntimos de la persona. De igual modo, es importante tener en cuenta que este tipo de evaluación debe realizarse de la forma menos intrusiva posible para que el paciente se sienta en un nivel de confort que le permita responder con sinceridad cada pregunta.

El test que colocaremos a continuación consta de 20 ítems y medirá la dependencia emocional de una persona. En este caso, la respuesta ‘sí’ va a favor de la codependencia afectiva. Más de un 40% o más de 8 respuestas en favor de la codependencia indicaría ser dependiente emocional y sería interesante contactar con un psicólogo o psicoterapeuta. A medida que se va incrementando el porcentaje de respuestas en favor de la dependencia emocional implicaría mayor gravedad del trastorno.

1.-¿Necesitas que tu pareja esté de acuerdo con todas las acciones que ejecutes y las decisiones que tomes?

2.-¿Consideras que la opinión de tu pareja es más importante que la tuya?

3.-¿Sientes que en tu relación de pareja no existe la reciprocidad?

4.-¿Siente que en todas tus relaciones amorosas has entregado más atención y afecto que tu pareja?

5.-¿Cuándo tus relaciones fracasan te sientes culpable por ello y buscas recuperarlas?

6.-¿Sientes atracción por las personas arrogantes, egocéntricas y maltratadoras?

7.-¿Cuándo estás en una relación dejas de lado tu vida social y familiar?

8.-¿Te da pánico pensar que tu pareja podría dejarte?

9.-¿Sientes que tu estado emocional depende exclusivamente de tu pareja?

10.-¿En el plano sexual sientes más conexión con quien te trata mal?

11.-¿Cuándo inicias una relación te comportas de forma obsesiva y necesitas saberlo y controlarlo todo?

12.-¿Continuarías con tu relación amorosa a pesar de que tu pareja te maltrate y humille?

13.-¿Tratas de justificar constantemente todos los defectos de tu pareja?

14.-¿Te sientes ansioso/a y deprimido/a cuando tu pareja se encuentra lejos?

15.-¿Te resulta muy difícil estar sin una compañía o una pareja?

16.-¿Buscas que tu pareja esté incluida en todas las actividades que ejecutas?

17.-¿Te deprimes cuando alguien cercano te critica?

18.-¿Necesitas ser aceptado/a y agradarles a todas las personas que te rodean?

19.-¿Cuándo eras pequeño/a recibías pocas muestras de cariño y afecto?

20.-¿Frecuentemente te sientes deprimido/a, desanimado/a y molesto/a por cosas insignificantes?

 

Tratamiento para la Dependencia Emocional

Al momento de detectar el problema, es fundamental iniciar con una terapia psicológica o terapia emocional que ayude a desprenderse de la pareja, de lo contrario, las consecuencias negativas irán desarrollándose y afectando más la vida de la persona que la padece. Pero ¿Cómo superar la codependencia? Frente a esta interrogante es conveniente señalar que como en cualquier adicción, es necesario que el paciente reconozca que padece de un problema y esté en la disposición de buscar una solución. De igual modo, esta es la etapa más difícil de superar ya que antes de que el paciente acepte su problema, encontrará previamente miles de excusas que justifiquen su actitud.

Por otra parte, la familia juega un papel muy importante. Ellos no deben caer en la manipulación ni ceder ante el dependiente emocional que exigirá el respeto y el trato exclusivo para su pareja. Los familiares deberán encontrar el equilibrio entre no ceder ni apoyar la actitud de sumisión del afectado sin abandonarle. En este caso, las únicas alternativas posibles son hablar frecuentemente con el dependiente y dejarle claro que siempre contará con su apoyo cuando desee ponerle punto y final al escenario patológico.

La terapia para la dependencia emocional habrá sido exitosa cuando el paciente deje de considerarse la víctima y comience a asumir la responsabilidad de permitir  un sufrimiento innecesario. De igual modo, el afectado deberá tomar conciencia y aprender de la experiencia de modo que no se vuelva a repetir. Por otra parte, el codependiente deberá entender que las pérdidas forman parte de la vida, los pacientes reconocerán que la felicidad se encuentra en el interior de ellos mismos.

Psicoterapia

La psicoterapia en este caso tendrá como objetivo aminorar el proceso de abstinencia en el paciente, de este modo, el dolor y el sufrimiento serán menores, y además, reforzará su autoestima. Aunque existen varias técnicas para la terapia emocional, muchas personas aseguran que la psicoterapia es el mejor tratamiento para la dependencia afectiva, especialmente la psicoterapia transpersonal que consiste en integrar todos los aspectos del ser humano, principalmente la consciencia y la espiritualidad, digamos que su objetivo principal es crear un hábito de vida en el paciente.

De igual modo, es preciso saber que la psicoterapia reeducará a los pacientes modificando esas creencias e ideas erróneas que tiene sobre la afectividad y sobre sí mismos. Sin embargo, ninguna cura es rápida, se trata de un proceso que deja en ellos experiencias enriquecedoras que le ayudarán a liberarse de este problema progresivamente.

Existen una serie de pasos a seguir para mejorar esta situación:

-Darle la importancia que amerita: el primer paso consiste en tomar conciencia del problema por el cual se está atravesando. También es considerado el más difícil porque es cuando el dependiente emocional debe reconocer que esa relación es tóxica, que le hace daño y que es el motivo por el cual siente ansiedad y pánico.

-Dar lugar a cambios: una vez reconocido y aceptado el problema, es pertinente abrir paso a nuevas actividades y compañías, es necesario reemplazar aquello que hace daño por algo que genere cambios positivos. Es recomendable que el paciente medite sobre las consecuencias y los daños que la dependencia ha generado en su vida, la forma en la que le ha degradado como persona y todas las cosas que ha hecho en contra de su voluntad.

-Reconocer los aspectos negativos de la pareja: empezar a tomar distancia es la tarea más compleja del tratamiento, para ello el paciente deberá hacer una lista de las características negativas de la pareja, y después de haber reconocido todas aquellas conductas dañinas de la persona que se encuentra a su lado, debe repetirse a sí mismo que esas actitudes no van a cambiar.

-Fortalecer la autoestima: aunque parezca una nimiedad, se trata de uno de los aspectos fundamentales para la recuperación, es necesario que el paciente alimente el amor propio para que no dependa del criterio y del afecto de terceros de una forma patológica y dañina.

-Ejecutar cambios: aquí entramos en una segunda etapa, el paciente deberá comenzar a accionar en pro a su recuperación, es el momento de dejar ir la relación, de soltar esa necesidad, es hora de generar el cambio que traerá beneficio a su vida, generalmente en esta etapa aparece el Síndrome de Abstinencia, uno de los aspectos más duros del tratamiento, los síntomas característicos son: ansiedad, taquicardias, pensamientos obsesivos, odio propio, arrepentimiento, insomnio y llanto. Aquí suele suceder la recaída, pero es importante que el paciente esté consciente de ello y se esfuerce por evitarla.

-Tener apoyo: es bueno que el paciente cuente con alguna persona, bien sea un amigo o un familiar, alguien que le apoye en este proceso tan arduo, y que además, le haga ver todas las cualidades que el paciente tiene como persona. Esto es beneficioso especialmente cuando el individuo siente una posible recaída como consecuencia del síndrome de abstinencia, así podrá llamar a una persona y conversar con ella hasta que la ansiedad vaya disminuyendo. Debemos recordar que una vez que el dependiente emocional haya regresado a la relación que le representa consecuencias perjudiciales, todos los síntomas y malestares vuelven a activarse y debemos empezar nuevamente con el tratamiento.

-Reconocer las ventajas de estar solo: es común que el paciente al dejar la relación que le producía dependencia, inicie una nueva con otra persona, que al principio parece ser muy conveniente, pero posteriormente se convierte en una situación parecida a la anterior, así que esto no saldrá bien. En este sentido, vale recordar que la dependencia afectiva es como cualquier otra adicción. El paciente debe pasar un tiempo solo para reconocerse a sí mismo y aprender a vivir sin la necesidad de estar con alguien o depender de los criterios u opiniones de esa persona.

Por otra parte, el terapeuta puede aplicar técnicas que ayuden a disminuir el sufrimiento de la abstinencia del paciente durante las primeras sesiones.

-Ejercicios de Respiración: este constará de 35 respiraciones profundas antes de darle inicio a la terapia, es importante que el paciente lleve un conteo interno de las veces que inhala y exhala. El objetivo de esta técnica en particular es colocar al paciente en un estado de conciencia alfa (estado en el que entramos cuando estamos dormidos) sin necesidad de dormir al paciente y para que pueda visualizar con mayor claridad y desde un punto de vista más objetivo la situación. Podríamos decir que el individuo entra en un estado de total serenidad y relajación.

-Ejercicio para escuchar de forma activa: consiste en permitirle al paciente exteriorizar todas sus experiencias, sentimientos y preocupaciones, por ello, el terapeuta debe prestar atención a todos los detalles del relato y las expresiones corporales del paciente. Durante esta técnica el terapeuta no debe asumir el papel de juez ni tener proyecciones propias, intentar menospreciar, subestimar o minimizar el dolor ajeno, es indispensable que el dependiente se sienta cómodo, seguro, comprendido y respetado.

-Fomentar la individualidad y la agrupación a través de actividades: con relación a la individualidad, existen ejercicios que pondrán a trabajar esto de una forma sana y muy óptima para el ser humano, uno de ellos es la meditación, es recomendable que el paciente se tome entre 10 y 20 minutos de su tiempo todas las mañanas para meditar, esto puede ejecutarlo solo o en grupo, es una buena técnica para conocerse a sí mismo.

Por otra parte, con relación a las actividades en grupo se sugiere hacer ejercicio físico al aire libre con otras personas que también quieran mantener su cuerpo saludable. El paciente tendrá la libertad de escoger el tipo de ejercicio físico, esto irá de acuerdo con sus gustos y capacidades. Asimismo, es importante señalar que el dependiente es un individuo que se caracteriza por relacionarse sin exponerse al rechazo, así que comenzar a crear una ‘red de afectos’ será muy oportuno para él. 

-Regular hábitos en la alimentación: el terapeuta debe informarse sobre lo que come y bebe su paciente durante el día. Si el paciente comienza a explicarle sus hábitos y resulta que estos son muy dañinos o perjudiciales, no le responda con un gesto facial de desaprobación ni juzgue sus decisiones, esto podría comenzar a condicionar las respuestas y evitaría que el individuo hable con total sinceridad ya que son  personas dependientes que están acostumbradas a agradar a terceros para no ser rechazados y recibir afecto.

Otros objetivos que debe alcanzar el paciente:

-Cambio de criterio: por lo general, los dependientes construyen en sus mentes ideas distorsionadas que conllevan a la necesidad de buscar afecto para poder sentirse plenos y felices, algunas de ellas son:

  • Considerarse personas incapaces de controlar situaciones o lograr metas.
  • Creer que es indispensable contar con una persona o alguna pareja para tener una vida equilibrada.
  • Pensar que no se es relevante para la pareja.
  • Creer que si se pone fin a la relación, la vida se convertirá en un caos.

-Relacionarse con las personas adecuadas: especialmente durante la etapa del tratamiento y recuperación, el individuo deberá establecer relaciones con personas que sean respetuosas, que sepan valorar el afecto y que aporten aspectos positivos a tu vida.

-Fortalecer las bases de la vida: el paciente deberá rodearse nuevamente de amigos, viejos y nuevos, mejorar las relaciones y los vínculos familiares, conseguir un trabajo en el que se sienta estable y cómodo, comenzar a trabajar en base a crear una independencia económica, dedicarse tiempo a sí mismo, ocuparse de su imagen y apariencia, y finalmente, dedicarle tiempo a las actividades que le gusta realizar.

-Reconocer los indicios de la dependencia emocional: una vez en el periodo de abstinencia, el paciente deberá luchar contra la necesidad de regresar con esa persona, es decir, tendrá que enfrentarse con varios intentos de recaídas. Asimismo, vale decir que señales claras de la dependencia son:

  • Miedo al rechazo
  • Depresión tras una ruptura
  • Necesidad de una compañía
  • Atracción por personas tóxicas, dañinas.
  • Necesidad de agradar y sentirse aceptado por los demás
  • Pedir perdón aunque no se tenga la culpa
  • Autoestima baja
  • Necesidad de estar en contacto con la pareja

 

Psicólogos y psicoterapeutas de méxico expertos en dependencia emocional



Autor: © PSIGUIDE