Falta de apetito sexual: apatía sexual

El sexo es una de las tantas actividades naturales que reclama nuestro organismo, además, forma parte integral de la personalidad de todo individuo, y gracias a esto, podemos liberar el estrés y las presiones que nos agobian día a día, pero ¿Qué pasa si de un momento a otro comenzamos a sentir falta de apetito sexual? En primer lugar, debemos estar conscientes de que algo no está bien con nosotros, es decir, no es que el sexo sea imprescindible, pero de un modo eventual, el ser humano necesita saciar el placer sexual, especialmente si se tiene una pareja. Lo cierto es que el desarrollo del sexo depende de la satisfacción de las necesidades básicas, y la plenitud es esencial para la salud.  

En este sentido, la falta de apetito sexual o apatía sexual es uno de los problemas que afectan a la mayoría de las parejas, y aunque sus causas son varias, los factores psicológicos siempre estarán intrínsecos y relacionados con ella debido a que sus consecuencias tienden a generar irregularidades en la autoestima, estrés, depresiones y ansiedad en la misma.

falta de apetito sexual o deseo sexual

Si crees que padeces de este trastorno del deseo, no tienes por qué sentirte mal, debido a que es un problema muy frecuente en la sociedad actual, sin embargo, sí estás en la obligación de comenzar a tomar las medidas necesarias para evitar que una simple irregularidad se convierta en la disfunción sexual que destruye tu relación. Por este motivo, te ayudaremos a conocer la naturaleza de esta enfermedad y las mejores formas de prevenirla o solucionarla.

Falta de Apetito Sexual

También conocida como apatía sexual, falta de deseo sexual, falta de libido o más recientemente denominada “anorexia sexual”, se refiere a la carencia de pasión, deseo o ganas de llevar a cabo un acto sexual. Digamos que esta irregularidad también está relacionada con los estímulos psicológicos y fisiológicos que combinados conllevan directamente al sexo. Sin embargo, el deseo forma parte natural del ser humano y el placer es una de las prioridades de nuestro organismo, por tanto, este trastorno afectará nuestra salud e impulsará los niveles de estrés y ansiedad.

Por otra parte, la inhibición del deseo o la inapetencia también se vincula con la deficiencia de fantasías eróticas que coaccionan y dificultan las relaciones interpersonales, lo cual, provocará malestar en la persona que lo sufre. Sin embargo, debemos recordar que entre las parejas existe algo llamado “diversidad erótica”, lo cual explica el por qué en una relación, uno tendrá menor deseo sexual que el otro, esto a causa de los gustos con relación a las frecuencias y a las prácticas que a cada quien le agradan. En este sentido, podemos decir que en lugar de existir una apatía sexual, se presenta más bien una discrepancia en el grado de interés erótico entre dos personas, quienes tienen un nivel de interés sexual dentro de los límites normales.

Diversos estudios han discrepado en las estadísticas de los diagnósticos, debido a que la mayoría confunde la apatía sexual con las aversiones sexuales, sin embargo, lo que sí ha quedado claro es que el apetito sexual es un problema que se presenta con mayor frecuencia en la mujer, calculando alrededor de un 40% de la población mundial, mientras que el hombre representa aproximadamente un 12%.

La falta de apetito sexual es un trastorno del deseo y puede llegar a formar parte de las disfunciones sexuales femeninas, es así como su aparición se evidencia en un significativo cambio del comportamiento sexual del individuo. Este problema también coarta la capacidad de disfrutar el coito y repercute en la vida social del individuo.

Como se mencionaba anteriormente, la apatía sexual puede llegar a convertirse en una disfunción sexual si no se trata a tiempo, sin embargo, su presencia es normal en una relación duradera, hay ocasiones en las que los novios o esposos consideran que ya no hay pasión, o la propia monotonía ha afectado los niveles pasionales de la relación. Anteriormente, se pensaba que la mujer era la más afectada, sin embargo, en los tiempos actuales, los estudios han evidenciado que el hombre experimenta problemas en la falta de líbido.

Finalmente, debemos decir que usualmente una persona presenta más de un problema sexual a la vez. Es así como en el caso de las mujeres, la falta de deseo sexual casi siempre va acompañada de la anorgasmia a causa de la insatisfacción, mientras que en los hombres, este trastorno lo acompaña la eyaculación precoz, es así como esta situación conduce a un alejamiento en el encuentro sexual, y por consiguiente, se irá deteriorando la comunicación en la pareja por miedo a herir o a que el otro malinterprete la situación. Por esta razón, dicho trastorno se sufre generalmente en secreto y con un alto nivel de ansiedad y estrés.

Tipos de apatias sexuales o faltas de apetito sexual:

-Primario: esto quiere decir que la falta de apetito sexual ha estado presente durante toda la vida en el individuo.

-Secundario: cuando la falta de deseo sexual se ha desarrollado de un momento a otro, aunque anteriormente el interés sexual ha estado presente.

Síntomas de la falta de deseo sexual

-Desinterés por practicar el coito, repeler las relaciones sexuales y no iniciarlas nunca

-Rechazar a la pareja a través de excusas cuando intente emprender la relación sexual

-No disfrutar las relaciones sexuales ni concentrarse en ellas

-Aversión a la masturbación

-Desgano por las fantasías sexuales, así como por el material erótico.

-Sentirse poco atractivo física y sexualmente

Causas de la falta de deseo sexual o apatía sexual

Generales:

-Consumo de drogas y alcohol

-Mujeres que padecen de menopausia

-Bajo nivel de hormonas

-Enfermedades físicas

-Hipertensión arterial

-Diabetes

-Hipertiroidismo

Comunicación

En una pareja, es fundamental que exista una buena comunicación y para ello existen diversas terapias que ayudan a fortalecerla, sin embargo, son muchas las personas que no se preocupan por dedicarse un tiempo a solas, o simplemente no tienen la confianza necesaria para comunicarse sus respectivas inquietudes. Dicho esto, es probable que uno de los dos comience a sentirse íntimamente desvinculado de su compañero y de este modo comienzan las relaciones tormentosas, finalmente, es así como de una forma inevitable las parejas tienden a perder el deseo de mantener relaciones sexuales.

Traumas

Son las experiencias desagradables en el sexo una de las principales causas de la apatía sexual. En tanto, si una persona fue abusada sexualmente, violada o maltratada en algún encuentro íntimo, esto puede constituir una experiencia realmente traumática sobretodo en las mujeres. En el caso de los hombres, afecta en menor medida.

Causas Médicas

Existen diversos medicamentos que disminuyen notablemente la libido en hombres y mujeres, por esta razón, se reduce el deseo de tener relaciones sexuales frecuentemente. Entre ellos, podemos mencionar que las pastillas anticonceptivas son uno de los fármacos que reducen mayor cantidad de libido, así como los antidepresivos, diuréticos, antipsicóticos y otros medicamentos para el cáncer o problemas neurológicos tienen esta particularidad. Finalmente, es de resaltar que las intervenciones quirúrgicas pueden conllevar a desajustes hormonales.

Las Tareas Domésticas

Este es un apartado muy interesante, porque aquí nos referimos directamente a la igualdad de género, en la que los hombres y las mujeres asumen responsabilidades y obligaciones que eventualmente comparten dentro del hogar. Sin embargo, aquí se presenta un problema histórico social, debido a que este cásico modelo, en ocasiones, se ve fracturado y el hombre comienza a sentirse inseguro y desatendido por una mujer un poco más independiente. Pero eventualmente, si este modelo patriarcal se cumple, la mujer comienza a cuestionarse y a sentirse insatisfecha por la cantidad de tareas que debe cubrir, en tanto, siente la desigualdad, es por eso, que las féminas que son económicamente independientes comienzan a sentir un bajo entusiasmo por mantener una convivencia en pareja.

Educación sexual

Los niños, jóvenes y adolescentes deberían ser formados sexualmente en la escuela y en sus respectivos hogares. Pero en estos casos, se han evidenciado como la educación sexual inapropiada y la mala información ha generado en las personas actitudes negativas con relación al sexo, hasta convertirlas en personas sexofóbicas. De igual modo, la formación religiosa ha repercutido, algunos feligreses tienden a relacionar el sexo con el pecado, en tanto, genera el miedo al placer.

El estilo de vida

En primer lugar, debemos mencionar que el estrés, la ansiedad, el cansancio y la saturación de actividades laborales y personales, afectan enormemente el deseo sexual. Es así como también tenemos que decir que aquellas personas que no duermen las horas necesarias por día, tienden a experimentar una inapetencia sexual desde temprana edad. En este sentido, debemos entender que una cosa conlleva a la otra, por ejemplo, si una mujer siente mucho dolor al momento de la penetración, esto conllevará a una desmotivación por el sexo, igualmente sucede en el hombre que sufre de impotencia, tarde o temprano evitará mantener relaciones sexuales.

Diagnóstico y Tratamiento para la falta de deseo sexual

Para asignarle a una persona su respectivo tratamiento, es necesario conocer el origen o la naturaleza del problema a través de una historia clínica que incluya el aspecto médico social y sexual, esto a su vez quiere decir que cada individuo necesitará medidas diferentes para poder superar esta irregularidad. De igual modo, es recomendable que se haga un análisis de sangre para verificar los niveles hormonales. Es de mencionar que el problema de la falta de apetito sexual o apatía sexual se convierte en un trastorno cuando la falta de deseo es recurrente y sucede desde hace medio año.

En otro orden de ideas, será necesario aplicar otros exámenes que ayuden a medir la presión arterial y descartar enfermedades como la diabetes, por ejemplo, una de las más relacionadas con la disfunción sexual. Asimismo, existen muchas terapias que ayudan a combatir este problema, pero aquí mencionaremos las más básicas.

La terapia a base de fármacos

También conocida como la terapia farmacológica, es famosa por su sistema de parches que se colocan en la piel, los cuales tienen cargas de testosterona que liberan en pequeñas dosis y de forma gradual para evitar inconvenientes, lo cierto es que para algunos médicos, la ventaja de estos parches es que disminuyen los efectos secundarios de otros tratamientos como las pastillas o las inyecciones, y además, regulan los niveles de hormonas. Sin embargo, otros especialistas aseguran que sus efectos secundarios (alteración del colesterol, cambio de voz, desarrollo de la musculatura, acné o vello en la cara), no justifican en lo absoluto los aportes de este tratamiento.

Asimismo, es importante decir que aunque la testosterona sea una hormona masculina, los profesionales han corroborado que favorecen el deseo y la respuesta sexual femenina, especialmente cuando la mujer está atravesando por la etapa de la menopausia. Pero en base a lo anteriormente expuesto, y tomando en cuenta los efectos nocivos, los profesionales recomiendan que lo ideal es recetar una dosis mínima puesto que una vez que se sobrepasen los niveles máximos, aparecen los efectos adversos.

De igual modo, tomando en cuenta los mencionados efectos secundarios, será necesario que los pacientes sean vigilados por un psiquiatra y un psicoterapeuta, y apliquen exámenes que permitan hacer un seguimiento de la aparición de los efectos ya mencionados, entre ellos, tendrán que hacer evaluación de las mamas y análisis de sangre completo. Finalmente, el tratamiento a base de testosterona no es la opción ideal, ni la única que deben tomar las personas implicadas, debido a que este tipo de problemas también genera desequilibrios psicológicos individuales y en la relación con la pareja.

La terapia psicológica

Esta no incluye ningún medicamento en específico, de igual modo, hay que saber que no existe un fármaco que mejore totalmente este problema, por lo que lo más recomendable será combinar las terapias. En la terapia psicológica se tratará de mejorar la comunicación en la pareja, considerando que este es uno de los factores fundamentales, de no existir la comunicación necesaria entre ambos, lo más recomendable es dirigir esta terapia psicológica a una terapia de pareja, la cual ayudará a cada individuo a expresarse de una forma productiva y saludable.

Terapia con sexólogo

Por lo general, estos problemas necesitan de la ayuda de una persona especializada en el tema, es decir, un sexólogo, el cual se preocupará primeramente de investigar nuestro criterio sobre el sexo, así como también se centrará en detectar alguna predisposición con el acto sexual. Usualmente, ellos ayudan a definir si existe algún miedo de comprometerse emocionalmente con alguien y si esto afecta el deseo sexual.

Por otra parte, este profesional se encargará de trabajar la falta de deseo sexual para entender las vías del placer. En teoría, este tratamiento se encargará de hacer placentero el camino erótico, el cual estará obstaculizado por preocupaciones, estrés, culpa, ansiedad, o baja autoestima a causa de este problema. En definitiva, el sexólogo ayudará al paciente a encontrar nuevamente el placer, el deseo y la excitación a través de terapias que fortalecen los estímulos.

¿Cómo aumentar el deseo sexual?

Pensar en sexo

Debemos recordar que el cerebro es uno de los órganos más poderosos de nuestro cuerpo, por ello, cumple un rol fundamental en la actividad sexual. En este caso, los psicólogos y sexólogos sugieren pensar en sexo para elevar el deseo de forma natural. Ejercicios como: imaginarse a la pareja en posiciones sexuales o llevando a cabo distintas fantasías que nos motiven, le otorgan al sexo un espacio importante en nuestra mente, y es así como podía avivarse el deseo.

Lectura erótica

Existen personas a las que se les dificulta usar la imaginación para recrear escenarios eróticos y sexuales con su pareja, en este caso, es recomendable leer novelas eróticas, historias sexuales tan bien descritas que despierten en nosotros el deseo. Aunque parezca increíble, una de las ventajas de este ejercicio es que activan la función del individuo en la cama debido a que este tipo de narraciones producen excitación.

Ejercicio físico

Como bien conocemos, el ejercicio elimina el sedentarismo y mejora la actividad sexual debido a que estimula la circulación y por ende, las erecciones son más potentes, ayudando a su vez a excitar a la mujer en mayor medida. Los estudios han demostrado que las personas que practican alguna actividad física, segregan mayor cantidad de testosterona y por eso son personas más intensas sexualmente.

Recomendaciones

Al principio, los profesionales buscarán que el paciente lleve a cabo pequeños placeres que le ayuden a superar la depresión y el estrés, en tanto, recomendarán:

-Preocuparnos por nosotros mismos

-Ir a sesiones de masajes

-Reavivar con la pareja los momentos románticos (cenas, paseos)

-Ir a la peluquería

-Tomar baños aromáticos

-Cambiar el look

Luego, se centrarán en la parte erótica del individuo, en tanto, les sugerirán:

-Trabajar en la sexualidad individual y en pareja: tocarse y dejarse tocar, sentir y dejarse sentir hasta que se experimente por primera vez la satisfacción sexual. Se recomienda hacerlo de forma individual al principio y luego con su propia pareja.

-Eliminar la rutina, experimentar nuevas actividades que creen un vínculo en pareja, trabajar en los ratos para conversar, comunicar las cosas que les agraden y las que no, compartir los sentimientos ante ciertas situaciones.

-Planificar los escenarios sexuales, escoger el lugar y el momento para que ocurra, trabajar en los estímulos externos, el aroma, el paisaje o la música que suene en el momento para impulsar el deseo.

-No dormir sin resolver los problemas, conversar con la pareja antes de terminar el día, dejar a un lado las dificultades laborales o personales, no pensar en las actividades pendientes al día siguiente.

-Mantener juegos sexuales con la pareja, con la finalidad de conocerse y vencer el pudor, que obstaculiza la búsqueda del placer. Es recomendable practicar la actividad de dar y de recibir, es decir, la reciprocidad sexual.

 

Psicólogos de México expertos en problemas sexuales



Autor: © PSIGUIDE